La principal virtud de este libro, Metodología de la Redacción Científica, es mostrarnos con suficiente claridad los pasos que se necesitan cuando el investigador dispone de su material para empezar a trabajar. Es, en ese sentido, un manual fecundo para los jóvenes investigadores que necesitan y requieren adentrarse en los meandros del conocimiento, en el desentrañamiento de las opacidades que adquieren luz y claridad cuando son expuestas sobre el papel.

Otra de las virtudes del libro es que respeta los esquemas básicos para que el investigador emprenda esa tarea ora trabajosa, ora grata de la redacción de su investigación. No solo se muestran los pasos detalladamente, sino que también ofrece ejemplos directos y sustanciosos que permiten aclarar el sentido del trabajo de investigación, su importancia para la comunidad científica y su cabal adhesión a la producción científica global.

De este modo, el libro multiautoral se nos presenta como un texto de referencia obligada para aquellos autores dedicados a la investigación y a la creación de nuevos conocimientos.

Sin duda, este texto habrá de inscribirse como uno de los manuales canónicos sobre la redacción científica en nuestra patria.